Gn 44.1-17 - "Arrepentimiento genuino, hacia la libertad en Cristo" - Serie Génesis No. 95
Notes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Qué estarías dispuesto a hacer por ser libre de tus cargas de tu conciencia y corazón? Seguro que todos queremos ser libres y estar limpios ante Dios, pero ¿es lo que queremos con prioridad? y si el precio fuese muy alto ¿también lo queremos?
¿Hasta donde estarías dispuesto a llegar por estar limpio delante del Señor?
¿Vale la pena el arrepentimiento? ¿Acaso realmente sirve de algo en un mundo que no valora para nada el arrepentimiento y el pedir perdón a Dios?
Es posible que esta porción de la Escritura te muestre que no eres tan libre como crees. Es posible que te sientas libre pero tal vez no lo seas. Esta porción puede ayudarnos a encontrar libertad verdadera, de nuestros males, de nuestro rencor o resentimiento y puede ayudarnos a volver a los propósitos del Señor.
El título del mensaje de hoy es “Arrepentimiento genuino, hacia la libertad en Cristo” y está basado en Gn 44.1-17. Y si abres tu corazón a la Palabra del Señor, entonces el Espíritu Santo de Dios obrará para la Gloria de Su Nombre.
EXÉGESIS Gn 44.1-17
EXÉGESIS Gn 44.1-17
Resumen
Judá y sus 10 hermanos, acaban de tener una comida especial con el gobernador de Egipto. Han rescatado a su hermano Simeón de la cárcel. Han demostrado que no eran espías, han traído a Benjamín desde la tierra de Canaán y ¡Cómo ha costado traerlo!
Benjamín era el favorito del padre, el menor, y era su recuerdo más cercano a José, el hijo que Jacob había perdido.
Judá había rogado a su padre y se había puesto por fiador de que iban a volver todos, incluyendo a Benjamín de la tierra de Egipto.
1 Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
Orden al mayordomo con propósitos
“..Llena de alimento los costales de esto varones, cuanto puedan llevar..”
Nueva prueba a los hermanos.
Habían demostrado sinceridad al presentar a Benjamín, pero José deseaba saber si había habido un arrepentimiento genuino.
No hubo celo respecto a Benjamín en la comida anterior pero los hombres actuán distinto en el peligro.
José sabe que sus hermanos actúan distinto en circunstancias difíciles.
“..y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal..”
Les dan alimento que era lo esperado pero no esperaban el dinero.
Venían de mostrar su honradez al devolver el dinero anteriormente hallado en sus costales.
2 Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José.
El mayordomo debe colocar la copa de plata en el costal de Benjamín.
Recordemos Contexto:
Jacob apenas ha dejado ir a Benjamín bajo el cuidado de Judá.
Esto no lo sabe José, pero es posible que por el tiempo que han tardado en volver, tenga esa idea.
José está probando a sus hermanos respecto a Benjamín en el peligro
“Y él hizo como dijo José”
Ya está todo listo para la prueba más difícil de José que espera con ansias que sus hermanos hayan encontrado el camino del arrepentimiento.
3 Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
El día anterior hubo mucha felicidad, comieron y se alegraron con el gobernador.
Pero cuando todo parece estar bien, aún hay cosas pendientes espirituales que deben arreglarse y estas no eran solo gestionadas por José, sino que realmente por Dios.
A veces nos alegramos, y vivimos olvidando nuestras deudas espirituales.
4 Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo José a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata?
La hora de la prueba había llegado, apenas habían salido.
“..¿Por qué habéis vuelto mal por bien?..”
Los hermanos habían sido tratados de forma cordial y habían comido con el gobernador.
Recibieron abundante alimento y no fueron tratados por ladrones al devolver el dinero la primera vez.
“..¿Por qué habéis robado mi copa de plata?..” -
Se les acusa de robo a quienes se habían declarado justos.
Copa de plata:
Contexto:
Objeto sumamente valioso en Egipto. Antiguamente se utilizaba una copa llena de agua y se derramaba aceite para ver qué figura se formaba y entonces se entendía como una premonición de lo que se intentaba adivinar.
La falta sería seria, cometida contra el gobernador, podría causar la muerte.
5 ¿No es ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? Habéis hecho mal en lo que hicisteis.
Parecería el texto indicar que José adivinaba en esa copa como era la costumbre antigua o egipcia.
Debería entender más como la descripción común de los egipcios más que de José. La Biblia ha mostrado que José no utilizaba copas, sino el poder divino.
José está comportándose o dándose a conocer como un egipcio para llegar a sus propósitos.
“..Habéis hecho mal en lo que hicisteis..”
La acusación sería realmente severa de ser comprobada.
No sería tomado como alguna casualidad sino algo intencional.
6 Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras.
El mayordomo y su comitiva alcanzan a los hermanos hebreos.
Los hebreos deben estar sumamente sorprendidos por la acusación.
7 Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos.
El mayordomo de gracia se había convertido en acusador de un crimen.
“..¿Por qué dice nuestro señor tales cosas?..”
Los hebreos se consideran inocentes. Han demostrado su honestidad anteriormente y presentando a Benjamín también.
¡Seguro que se trata de un error!
“..Nunca tal hagan tus siervos.”
Seguridad absoluta y confianza entre todos ellos de su inocencia.
8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
El argumento de inocencia es que han devuelto el dinero anterior.
En su pensamiento lógico no tendría sentido devolver el dinero para hurtar nuevamente.
Su principal argumento más que “el de no hurtar”, es que son hombres honrados.
Realmente es una súplica por sus vidas y su “seguro de vida” o confianza está en su inocencia.
Aunque eran realmente inocentes en esta oportunidad, la providencia de Dios está guiando las cosas a otro sentido, a encontrarse con lo más oscuro que han hecho hace 20 años cuando han vendido a su hermano José.
9 Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor.
No sabemos cuál de los hermanos responde, tal vez es un acuerdo entre todos. Están seguros de su inocencia.
“Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera..”
Hace muchos años, Jacob al escapar de casa de Labán, había dicho lo mismo al ser acusado de robar los “terafines” o ídolos de Labán. Poco tiempo después murió Rebeca, quien sí los había hurtado, dando a luz a Benjamín.
No debemos ser supersticiosos en esto. Una declaración no define el futuro, sino la Voluntad de Dios.
Sin embargo, ante la acusación, la respuesta es de aceptación del juicio probable que sería la muerte.
En la razón de la justicia general, el que hizo el mal debe pagar o morir. ¡Qué contraste con lo que hace 20 años pensaban! !Dar muerte a uno que no había hecho mal, José!
“..y aun nosotros seremos siervos de mi señor.”
Como parte del castigo ellos mismos aceptarían el mal realizado sin excusas y serían esclavos.
Renunciarían a su tierra, sus familias, esposa, hijos, padre.
10 Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se hallare será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa.
El mayordomo reduce la culpa. El castigo era para muerte, los hebreos lo habían reconocido, pero lo reduce.
“..aquel en quien se hallare será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa.”
Versículo clave:
¡Este era el propósito de José! Había intención en que Benjamín sea acusado de robo.
“..y vosotros seréis sin culpa.”
¡Los hermanos de Benjamín pueden irse libremente!
Podrían repetir lo que hicieron hace 20 años. Sacrificar a su hermano por librarse de una situación difícil.
Hace 20 años - Para librarse de arrodillarse a José, el soñador.
Ahora - Para librarse de ser esclavos en Egipto.
Es la oportunidad perfecta para escapar a costas de Benjamín.
Benjamín sería culpado, los hermanos podrían dudar de su inocencia.
Los hermanos podrían usar esto de excusa para irse.
¡Se terminaría el favoritismo de Jacob por Benjamín!
Si ya hicieron eso a un hermano ¿Por qué no hacerlo de nuevo con tal de salvarse y volver con sus familias?
11 Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual el costal suyo.
Los hombres están desesperados por demostrar su inocencia.
Están seguros de su honestidad y la de cada uno de ellos.
¿Acaso podría haber un hermano egoísta que hubiese puesto en riesgo a todos?
¡En ese caso, podrían entregarlo y huir los honestos! Pero ellos están convencidos de que todos son inocentes.
Este ya es una muestra de cambios en la vida de los hermanos. Ahora hay unidad.
12 Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.
El mayordomo busca en orden estratégico, él sabe quién tiene la copa.
“..y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.”
¡Y esto debe ser devastador para los hermanos¡
Ellos habían aceptado y sugerido la condena que era la muerte y aparte la esclavitud para todo el resto.
A pesar de que el castigo era menor, uno de los hermanos ya no volvería a casa de Jacob.
13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.
Hacen la señal de gran dolor y desesperación: rasgan sus vestidos.
Esto es lo peor que les podía haber pasado.
Y esta es la parte más maravillosa de esta porción:
“..y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.”
¡No se fueron!
Los que eran anteriormente asesinos, o con corazón asesino hacia su hermano favorito, ahora parecen haber cambiado.
Los que habían abandonado a su hermano José en la cisterna, esta vez no están dispuestos a abandonar a Benjamín.
Los que habían vendido a José por plata y por librarse de él, ahora no pueden permitir que su hermano sea apartado.
¡No se fueron! Volvieron a la ciudad con su hermano Benjamín.
Seguro fue un viaje de regreso difícil, con dolor, pero no estaban dispuestos a abandonar a su hermano, aún eso signifique abandonar a sus familias por ser ahora esclavos.
¿Alguien hubiese esperado esto de los hermanos envidiosos de José?
14 Vino Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra.
Todos los hermanos regresan, pero se enfatiza en Judá, él tenía la responsabilidad para con Jacob de devolver a Benjamín.
“..que aún estaba allí,..”
Que situacicón más dramática para José.
Él probablemente estaría igual de conmovido por esta situación.
Tal vez estaría pensando que Benjamín regresaría solo, así como lo hicieron con él. Tal vez fue abandonado por sus hermanos.
¡Pero sus hermanos están ahí, todos!
“..y se postraron delante de él en tierra.”
Con seguridad que no se atreven a mirar al gobernador de Egipto.
Están en sus manos y ahora no hay cómo ocultar o esquivar el mal y la condena. La evidencia era la copa.
15 Y les dijo José: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?
El gobernador está pidiendo a los visitantes hebreos que justifiquen lo que es injustificable.
La condena y el juicio es inminente en al menos Benjamín.
“..¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?..”
José está diciendo que no podría ser burlado por los hermanos hebreos.
José no era un hombre que practicaba “adivinación” como los egipcios. Es más fácil entender este versículo como la acción de José de seguir su plan para no ser descubierto por sus hermanos.
Los 11 hermanos estaban en juicio, y uno de ellos, Benjamín, va a ser esclavo para siempre.
16 Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.
Y volvemos a otro versículo, emocionante y maravillosa, increíble.
“Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos?..”
¡Judá era inocente! El culpable era Benjamín.
Judá se considera culpable delante del gobernador. No abandona a Benjamín.
Reconoce que no tienen justificación. El mal de Benjamín llegaba a todos los hermanos, y estaban dispuestos a aceptarlo entre todos.
¡No habían entregado a su hermano!
No hicieron lo mismo de hace 20 años atrás. Estas son las evidencias que José quería ver en ellos. ¡Sí! hubo cambio en sus vidas.
“..Dios ha hallado la maldad de tus siervos;..”
Judá, aunque es inocente en esta situación, acaba de admitir que delante de Dios él es un hombre malo.
Judá está aceptando que hace 20 años atrás, él y sus hermanos habían hecho lo malo delante de Dios Santo, lastimando también al inocente.
Pero por fin ahora, delante de Dios, el arrepentimiento había llegado a sus vidas.
No había sido la adivinación, sino Dios quien había puesto el peso en sus corazones.
“..he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.”
Los hermanos todos ellos se declaron culpables.
Se presentan como siervos delante del gobernador.
Por causa de su hermano, acaban de renunciar a su padre, esposa, hijos, familias en Egipto. Estos hombres han cambiado. ¡Ahora hay unidad en ellos!
Nadie volvería a casa. No volvería a casa Benjamín, no volvería ninguno a casa.
17 José respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre.
“Nunca yo tal haga.”
José se muestra justo, lo es. Pero su propósito es probar a sus hermanos sobre lo que decidirán.
“..El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo"
Esta es la prueba final. José acaba de abrir la puerta para salir de una situación sumamente difícil.
Los hermanos pueden “escapar”, “huir” y abandonar a su herano como lo hicieron con José.
“..vosotros id en paz a vuestro padre.”
Ciertamente de irse nadie volvería en paz.
No tuvieron nunca paz al abandonar a José, no tendrían paz ahora. No tendrían paz delante de su padre.
José es muy sabio y astuto.
Si deciden “volver en paz” no solo seguirían siendo los mismos de antes, que abandonan o venden a su hermano, sino que también segurían siendo indiferentes y despreocupados a los sentimientos de su padre.
Los hermanos han tomado una decisión. Hay unidad. No abandonarán a Benjamín, aún tengan que perder sus propias vidas.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Que difícil para nosotros también tener que hacer una pausa en nuestro recorrido por Génesis. La Palabra del Señor es hermosa.
Algunos principios de la Escritura que van a evaluar nuestras vidas y ya no solamente las de José o sus hermanos:
El arrepentimiento sincero delante de Dios es necesario, permite que veamos nuestro mal, reconozcamos Su Santidad y nos permite alcanzar misericordia en Cristo.
El arrepentimiento sincero delante de Dios es necesario, permite que veamos nuestro mal, reconozcamos Su Santidad y nos permite alcanzar misericordia en Cristo.
Judá y sus hermanos habían llegado al límite. Cargaban culpas por muchos años y no tenían paz. A pesar de que eran inocentes de la “copa del gobernador” eran culpables ante Dios por sus acumuladas malas acciones.
Llegan a situaciones extremas donde sus conciencias les obligan a doblar rodillas y confiesan que son malvados delante de Dios. El arrepentimiento llegó a aquella familia, ¡20 años tarde, pero llegó! y donde hay arrepentimiento siempre habrá perdón.
¡Necesitamos arrepentirnos! A veces nuestro principal problema es que no queremos reconocer nuestro mal. Podemos pasar años y años sin admitirlo y sin doblar rodillas delante del Señor.
El arrepentimiento nos lleva a reconocer la santidad de Dios y nuestro mal. Y si nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados Él va a perdonar.
23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.
El Señor está llamando a que podamos volvernos a Él, arrepentirnos de nuestros pecados. A veces no se llaman “errores”, nos gusta llamarlo así, pero realmente su nombre son “pecados”, cuando es ofensa al Señor.
Pero todos los que se arrepientan serán limpios y libres en Cristo.
13 El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
No tenemos que arrepentirnos porque alguien nos ha visto o porque hemos sido “pillados”. Debemos arrepentirnos por una necesidad interna de estar limpios delante del Señor por la grandeza de Su Santidad. Si confiesas tu pecado vas a alcanzar misericordia. Todos aquellos que se arrepientan, alcanzarán misericordia en la cruz de Cristo.
El arrepentimiento sincero delante de Dios es necesario, permite que veamos nuestro mal, reconozcamos Su Santidad y nos permite alcanzar misericordia en Cristo.
Esto nos lleva a una segunda verdad complementaria:
El genuino arrepentimiento se manifiesta en un cambio de vida y en obras genuinas y limpias aún en las pruebas más difíciles.
El genuino arrepentimiento se manifiesta en un cambio de vida y en obras genuinas y limpias aún en las pruebas más difíciles.
Judá era realmente inocente de tomar el vaso, así como todos sus hermanos, pero una vez que encontraron el arrepentimiento por haber hecho gran mal a su hermano José hace más de 20 años, sus obras no podían ser las mismas.
No podían dejar a Benjamín como lo habían hecho con José.
Ya no eran los mismos. Esto es increíble en esta historia. Hace 20 años estuvieron dispuestos a abandonar a su hermano José, pero ahora están dispuestos a perderlo todo, aún lo que más amaban, por no abandonar de nuevo a uno de sus hermanos, incluso, a quien era ahora el favorito de su padre.
El arrepentimiento genuino siempre produce obras genuinas. ¿Te has arrepentido? ¿ha sido solo emocional? ¿Tienes una vida cristiana a medias?
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
El arrepentimiento genuino también hace una limpieza genuina. No quiere decir esto que no vas a volver a pecar, sino que el Espíritu Santo de Dios obrará en tu vida para que detestes lo que Él detesta, que es el pecado y para que anheles lo que ÉL anhela que es una vida consagrada a Dios.
¿Sabes que es lo maravilloso de todo esto?
Judá y sus hermanos eran inocentes, podían huir, escapar, volver a decir que una bestia devoró a su hermano, podían ocultar de alguna manera lo que había pasado con Benjamín, así lo hicieron con José. Y podían seguir engañando a su padre. ¡Pero ya no quieren hacerlo! ¡Están hastiados, cansados de ese mal! Ahora sí van a pensar en los sentimientos de Su Padre. Eso es arrepentimiento genuino.
Judá y sus hermanos eran libres de hurtar la copa, pero prefieren ser esclavos de los egipcios pero ya no más esclavos de sus conciencias y ya no más esclavos del peso del pecado delante de Dios.
Ellos estaban dispuestos a ser esclavos de los hombres pero libres de sus conciencias. Estas son obras genuinas de arrepentimiento genuino. Sus vidas ya no son las mismas de antes.
¿Y nosotros? ¿Cuántos de nosotros somos esclavos tal vez de nuestras conciencias, del pecado o del pasado? HAY LIBERTAD EN CRISTO. También tu vida puede ser nueva.
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos..... Humillaos delante del Señor, y él os exaltará”. Que hermoso saber que hay esperanza para todos los que hemos hecho tanto mal anteriormente, y que ahora podemos dar frutos nuevos! El genuino arrepentimiento se manifiesta en un cambio de vida y en obras genuinas y limpias aún en las pruebas más difíciles.
También hay algo hermoso que podemos aprender de José.
Los creyentes anhelan la reconciliación y el perdón porque saben cuánto ha costado el sacrificio de Cristo para perdón de nuestros pecados.
Los creyentes anhelan la reconciliación y el perdón porque saben cuánto ha costado el sacrificio de Cristo para perdón de nuestros pecados.
Aunque se pudiese pensar que José está organizando un complot contra sus hermanos, él realmente está dándoles la oportunidad de una restauración plena para con Dios y para con él.
Si estos hombres simplemente se iban de Egipto, no se realizarían los propósitos de salvación al pueblo del mesías y de restauración espiritual a la casa de Jacob. José está llevando adelante su plan pero Dios está orquestando todo esto en Su Providencia para llevar adelante sus propósitos.
José anhela y llora por la reconciliación. Los creyentes también debemos empezar a ver la reconciliación como un tesoro que es una ofrenda GRANDE al Señor.
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Lo triste es que aún dentro de la familia cristiana puede haber este tipo de rencores y otros pleitos y lo peor es que las partes involucradas no ponen de sí o no atesoran la reconciliación. ¡No queremos perdonar como Cristo nos perdonó! Y el perdón de Cristo no es de broma o un poquito o no es condicional o sujeto a las emociones. Es un perdón verdadero.
La sangre de Cristo nos une. ¡Cristo está vivo y nos une! La sangre de Cristo no puede estar por debajo del rencor, memoria o emociones de los creyentes. Somos lavados por Cristo. Debemos amarnos y anhelar, hacer el esfuerzo suficiente por la reconciliación y el otorgamiento de perdón.
José estaba perdonando prácticamente el intento de asesinato y nosotros a veces no podemosm perdonar un cruce de palabras, encuentro de pensamientos distintos, puntos de vista y aún un error de nuestro hermano o hermana. Esa no es la vida del creyente. No vamos a dar Gloria a Dios así, sino solo verguenza ante su sacrificio de amor y perdón hacia nosotros.
Nadie hubiese esperado nada de los hermanos de José, pero José Sí. ¿Por qué desechamos muchas veces a nuestros hermanos? Necesitamos limpiar nuestros corazones delante del Señor.
Esta porción de Génesis ha sido extraordinaria. Es extraordinario ver obrar a Dios:
Él guarda a Su pueblo Israel de la hambruna porque vendrá el salvador Jesucristo de este pueblo.
Él llama al arrepentimiento a los hermanos de José porque se requiere una renovación espiritual para ser esa casa fuerte de Israel.
Él obra en el corazón de José para anhelar con todas sus fuerzas un cambio de vida en sus hermanos y reconciliarse con ellos.
Y Él nos permite hoy poder estar en oración, pedirle perdón por nuestros pecados, por las veces que hemos lastimado a otros, vaciar nuestras cargas de conciencia en la cruz, empezar a perdonar y ser hechos libres en Cristo. Vamos a orar.